CALIDAD DEL AGUA. ¿DEBE TENERSE EN CUENTA?
Cualquier exposición sobre alimentación o biología del ser humano, cualquier pirámide alimenticia en nutrición, cualquier día por la mañana…debería comenzarse con agua.
El agua es la molécula esencial en cualquier ámbito de la vida, y no puede ser menos en el ser humano. Los datos son claros, el 60% aprox. del cuerpo humano está compuesto por agua, lo mismo que el 70% del cerebro o el 80% de la sangre.
Sin embargo, en nuestro día a día es un elemento que muy pocas veces tenemos en cuenta, tanto para utilizarla en buena cantidad como en calidad.
¿Qué agua debo beber?
Lo primero y más importante: Evitar beber agua del grifo.
Está claro que beber esta agua es un ahorro, eso es innegable, y aunque los gobiernos se esfuerzan en mejorar su calidad sigue siendo una fuente muy importante de cloro (mineral del cual hay estudios que indican su problemática de cara a infertilidad o cáncer de vejiga), flúor (potencial generador de desajustes de la flora intestinal) o plomo.
Recuerda que potable no significa saludable.
https://link.springer.com/article/10.1007/s12011-020-02456-6
A partir de ahí el envasado es otra historia. Lo ideal sería el cristal, pero por desgracia lo habitual es el plástico. Además de que a nivel económico es un gran gasto (en una familia de cuatro personas, a precio de hoy, supondría entre 80 y 120 euros mensuales según la marca) no es un buen envasado a nivel salud, ya que es imposible que parte de ese plástico no acabe en la propia agua y, por tanto, en nuestro organismo. No son pocos los estudios que ya revelan restos de plásticos en muestras de heces humanas.
https://elpais.com/elpais/2018/10/22/ciencia/1540213637_935289.html
El gran problema del plástico es el bisfenol A, un compuesto del cual ya se conoce su efecto como disruptor endocrino, es decir, que nuestro cuerpo lo reconozca como una hormona, inhibiendo la producción real de éstas. Esto puede suponer grandes complicaciones a nivel reproductivo, sobre todo en las mujeres.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0890623807002377
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0890623807001955
Otro factor a tener en cuenta es la “potabilización”, agua que ha sido procesada es lo que definimos en salud como “agua muerta”, ya que a nivel molecular su estructura varía, lo que la hace menos hidratante de lo que sería el agua de manantial, que antiguamente se recogía.
¿Cómo puedo consumir agua beneficiosa para mi salud?
Una idea de cara al consumo general sería el agua filtrada. Existen ya muchos filtros en el mercado, aunque es cierto que a menor precio peor filtración. De esta forma evitamos el cloro y otros compuestos indeseados, pero también es cierto que seguiríamos hablando de un “agua muerta”.
A partir de ahí, se abren dos opciones en el mercado más potentes, aunque no tan reconocidas como debería:
– Ósmosis inversa: es un aparato que permite eliminar del agua todo mineral. Se valoraba mucho su efecto hace años ya que toda impureza que contenga va a ser eliminada. Por otra parte, al eliminar todos los minerales, también elimina los minerales positivos que el agua contiene como el magnesio, el zinc o el selenio.
Si esta agua no es remineralizada, es un agua sin ningún tipo de beneficio. Además, sigue siendo un agua muerta, ya que no revierte la composición molecular.
– Ionizadores de agua: desde hace unos 15 años en Europa (50 en Japón, país pionero en esa tecnología) existen en el mercado este tipo de aparatos. Su acción es la que, paso por paso, cumple todos los requisitos anteriormente nombrados. Filtra el agua de forma eficiente, con lo que la eliminación de cloro, flúor y plomo están garantizadas, y mediante un proceso de electrólisis que realiza gracias a las placas de titanio recubiertas de platino confiere al agua tres características fundamentales:
- Devuelve a la molécula de agua a su forma hexagonal, lo que permite que su capacidad de hidratación sea 6 veces mayor.
- Consigue modificar su pH, lo que le da al agua un ligero grado de alcalinidad, idea interesante teniendo en cuenta que los mayores estímulos del día a día (alimentación occidental, café, alcohol, tabaco, polución de la ciudad, estrés…) son potentes acidificantes.
- Añade hidrógeno molecular, uno de los antioxidantes más potentes reconocido a nivel mundial
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=61732
Si quieres saber más sobre esta tecnología y de qué manera poder disponer de ella para tu propia casa, no dudes en contactarme tanto en el correo electrónico como vía whatsapp.
Es una inversión, pero a nivel salud es muy buena opción. Nunca lo olvides…
SOMOS LO QUE COMEMOS, PERO TAMBIÉN LO QUE BEBEMOS